Fragilidad:
Las preocupaciones constantes también son fatales para nuestras glándulas capilares, que terminan por dejar de absorber los nutrientes que alimentan el cabello. Si últimamente se te abren las puntas y tu pelo parece como apagado, ya sabes por qué?.
Incluso es posible que hayas adquirido un tic nervioso y tiendas a retorcerte los mechones sin darte cuenta.
Remedio: Para empezar, procura recogerte el pelo en un moño o coleta floja, si eres de las que ha sucumbido victima del tic. Para reparar la falta de vitaminas y devolverle su fuerza habitual a tu cabello.
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